Por Silverio Estévez//////////////////////
Un lugar histórico que por años fue la atracción de niños, adolescentes y jóvenes, hoy luce abandonado, quedando solo huellas, sueños y recuerdos, que llenan de nostalgia a todo un pueblo.
Se trata del Hogar de Niños Huérfanos y Desamparados El Buen Samaritano, quien abrazó la infancia de decenas de chiquillos, que gracias a los ideales del fenecido Reverendo Manuel de Jesús Rodríguez (Papá Negro) y otros ilustres esperanceños; como el predicador Miguel Rumaldo, hoy son hombres y mujeres de bien social, poniendo de manifiesto en muchos casos su profesión como resultado de sabios consejos y oportunas orientaciones.
Ante esta realidad y visto el deterioro de su cancha, el concejal Eduar Espinal acudió en su auxilio y entregó la orden contentiva en materiales de construcción para su reparación. Espinal, a quien la gente le define como La voz del Pueblo, hizo realidad la petición del líder juvenil Melvin Guzmán, el cual le comunicó al funcionario que fruto del mal estado de la cancha del El Buen Samaritano, varios jóvenes se habían lesionados, situación que provocó que el regidor actuara con rapidez y así evitar que la juventud que allí practica deporte ponga en peligro su vida.
