FRENTE A LOS HECHOS: Monumento a los Héroes de la Barranquita en Valverde luce completamente abandonado.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Monumento a los Héroes de la Barranquita en Valverde luce completamente abandonado.

Mao, Valverde.- En uno de nuestros recorridos por la provincia Valverde, especialmente por la zona de Guayacanes Laguna Salada, nos encontramos la tarde de este viernes con uno de los crímenes más vulgares contra la patria, el completo abandono del  Monumento a los Héroes de la Barranquita en Valverde, lugar donde 80 hombres noroestanos con los cojones bien puesto se enfremtaron a las tropas interventoras norteamericas en 1916.

Pese a la importancia histórica del monumento erigido en honor a los héroes de la batalla La Barranquita, hoy esa obra luce totalmente abandonada, sumida en el olvido por parte de las autoridades.

Este monumento está ubicado en el Municipio de Laguna Salada que cuenta con un ayuntamiento y tres juntas distritales y ningunos hace nada para rescatar esa impostante obra, que nos recuerda el arrojo y la valentía de los pro hombres de Valverde que siempre han estado del lado de la patria.

La obra, que fue inaugurada el 3 de julio del año 1986, cuando la gesta heroica de La barranquita cumplía 70 años, hoy está a merced de la delincuencia y los animales.

Lo que antes fuera un gran atractivo histórico y arquitectónico, hoy día es una maltratada estructura de cemento que sirve de sombra a las vacas, un escondite para los que deseen hacer sus necesidades fisiológicas al aire libre y además ha sido manjar para los ladrones.

La principal vía de acceso luce completamente deterioradas, sin que se vislumbre una acción urgente de las autoridades gubernamentales ni municipales.

Lo primero en desaparecer fue un escudo nacional construido en bronce, cuya solemnidad fue mancillada por desaprensivos que convirtieron ese importante símbolo patrio en un par de cientos de pesos y que hoy dia solo queda la señal donde estuvo colocado.

El tubo de metal que sirve como Hasta de la Bandera, luce solitario deteriorado y ausente del lienzo patrio.

Las ocho cadenas de hierro que en forma ondulada, además de impregnar belleza al lugar, también simbolizaban el motivo de aquella lucha libertaria por la que 80 maeños ofrendaron sus vidas y bienes en la intención de impedir el dominio norteamericano se las robaron.

Ese mismo monumento que hoy está abandonado, en principio era una obra solemne en la que ondeaba una hermosa bandera tricolor, iluminada por candentes luces de un tendido eléctrico construido especialmente para esos fines; había vigilancia militar, el área donde está era un espacio físico acondicionado y ornamentado y la carretera de acceso estaba bien asfaltada.

El tendido eléctrico se lo robaron, incluyendo los postes y las luces; el espacio físico del monumento rodeado de corrales de vacas, hoy es comedero del ganado vacuno y la carretera es un solo hoyo en medio de ramas sin podar que ocupan parte de los laterales.

Los árboles de cambrón, de Nin y otras especies, han ocupado todo el escenario, hasta tal punto que ya desde uno de los laterales del mausoleo es imposible visualizar la fachada en estado de abandono del mismo.

El Monumento a los héroes y mártires de la Batalla La Barranquita en Guayacanes, fue escenificada el 3 de Julio del año 1916 contra las tropas norteamericanas de ocupación.

Esta, que en un principio fuera una majestuosa y atractiva obra, fue construida en el 1986 por gestión del Comité La Barranquita, Incorporado, que le solicito al entonces presidente de la República Dominicana, doctor Salvador Jorge Blanco, la construcción de un monumento en Honor a los Héroes y Mártires de esa gesta gloriosa.

Dicho obelisco fue edificado ese mismo año en el Altozano denominado El Cerro de la Barranquita en Guayacanes próximo a la ciudad de Mao, en el mismo lugar que sirvió de escenario de esa epopeya y fue inaugurado el día 3 de Julio del año 1986 con la presencia del mandatario.

Para ese entonces, los ayuntamientos de Mao, Esperanza y Laguna Salada, se ocupaban del mantenimiento de la estructura y la explanada frontal embellecida por grandes árboles de la especie del Samán, así como de la carretera que la intercomunica, pero que actualmente, según se puede apreciar, al parecer ya no les importan a nadie.

Según narra la historia, Carlos Daniel, comandante de la plaza militar en Mao, para aquella época, era el lugar teniente del general Desiderio Arias, el cual estaba asilado en la casa del entonces gobernador de Santiago, Salvador Cucurullo, luego de haber abandonado la capital a raíz de la ocupación norteamericana el 29 de Mayo del año 1916, quienes entraron por Santo Domingo en esa fecha.

Relata que otra parte de esa artillería militar desembarcó por Montecristi en Junio de ese mismo año desde donde se trasladarían a ocupar a la ciudad de Santiago, pero que fueron interceptados en la comunidad de Guayacanes con barriles llenos de abejas por un grupo de 80 hombres reclutados y capitaneados por Carlos Daniel, portando armas obsoletas, pero decidido a morir por su Patria y defendiendo su dignidad.

Dícese que el más joven del grupo de Valverdenses fue Belarminio Rodríguez, con apenas 17 años, y que el de más edad, lo fue Francisco Pancho Peña, el cual contaba con 80 años de edad, siendo también el primero en morir en esa Batalla del 3 de Julio del 1916.

Pancho Peña, como mejor se le conoció, era un veterano luchador, participó además en la gesta de La Restauración en el 1863 contra los españoles.

El capitán Máximo Cabral, por orden del general Desiderio Arias, vino a reforzar al grupo que comandaba Carlos Daniel, para hacerle frente a los invasores yanquis, y que este al vestir un vistoso uniforme de la milicia francés fue blanco de las balas enemigas, tras creer estos que él era el Comandante Dominicano.

Los mártires de la batalla La Barranquita, entre los que citamos al cabo Máximo Muñoz; los civiles Agustín Cabral, Francisco Gutiérrez, Belarminio Rodríguez, Magdaleno Zapata, Demetrio Frías, entre otros (todos fallecidos), se atrincheraron en grupos de ocho y de diez, pero que debido a la superioridad de sus adversarios, en armas y personal, los que pudieron huyeron del escenario, no sin antes dejarles bien claro que no les importaba morir con tal de defender la Patria de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Santiago Rodríguez y Benito Monción, entre otros.

En esa época, el síndico de Mao lo era Rafael Feso Madera, quien rescato parte de los sobrevivientes y los cadáveres de los heroicos dominicanos de la Batalla La Barranquita y que el doctor Ellis Cambiazo, fue el galeno que se traslado desde Santiago a atender a los heridos.

A pesar de la labor patriota de Carlos Daniel, como es costumbre en nuestro país, (recuerden lo que paso el Patricio Juan Pablo Duarte, quien murió pobre y abandonado fuera de su tierra), el comandante de la plaza militar en Mao, tuvo que huir a Cuba debido a la persecución en su contra de la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.

En el año de 1980, en uno de los cuadrantes del Parque Amado Franco Bidó, los maeños habían preparado una tarja en honor a los 80 mártires y héroes de la Batalla La Barranquita, en donde cada año las autoridades locales, provinciales, Efemérides Patria y el Comité de Historia de Mao, celebran un acto cada 3 de Julio para recordar a aquellos prohombres que ofrendaron sus vidas y bienes en procura de no dejar que el invasor mancillara el terruño dominicano, especialmente la parte que corresponde al Cibao Central y el Noroeste del País.