Por Eduar Espinal.
Esperanza.

Nacido
en Esperanza, el 21 de mayo de 1941, Miguel Angel-Guelo- Consuegra, es todo un espécimen
de la comunicación, no sólo en su natal municipio, sino en toda República Dominicana.
Hijo del
matrimonio de Sergio Consuegra y Juana Madera, Guelo, es uno de los
comunicadores más populares de la radio del cibao, pues con
su sabroso merengón, cual perfume
bienoliente se esparce entre la
briza, él, con su risueño estilo, exhibe
con desvelo el maratón de una vida ética, de ineluctable cualidades del verdadero comunicador de alta estimación social.
Con sus estudios primarios cursados en el centro educativo Cristóbal Colón, un bachillerato segado en el liceo Matías
Ramón Mella, pero academizado de
periodismo en la escuela Novo de
México en 1967, Guelo
constituye la expresión más ennoblecida de la buena tinta, talante que ese mismo año lo llevó a ser corresponsal de
el periódico El Caribe, El Sol y Radio Televisión Dominicana.
En el año
1966 adquirió el titulo de locutor e inmediatamente inició su programa Maratón
Musical a través de la emisora “Radio Santa Cruz de Mao”, moviéndose en 1968 al sonido del pueblo “Radio Mao”.
Ya para el año 1970, llega a los 720 AM del punto que vende “Radio
Norte”, donde lleva más de cuatro décadas haciendo de los domingos un Maratón Musical dinámico, cultural e
informativo.
Frases como
“qué pasó control, aquí viene ya la primera bola, ay papá y la novia de
Navarrete, son sólo muestras de la peculiaridad que envuelve a un Guelo alegre,
amistoso, sincero, pero sobre todo de un gran corazón lleno de decoro y
candidez.
Desde Maratón
Musical, Consuegra no se limita sólo a
colocar buena música y promover el folklor dominicano, sino que en su
trayectoria también ha sabido formular valiosos aportes a la teleaudiencia
diseminada en todo el país.
Como hombre
social y profesional, Guelo ha pertenecido a diferentes clubes de servicios,
gremios periodísticos y locutoriles, conservando, además, en su patio español, sendos
reconocimientos de organizaciones e instituciones que siguen de cerca su amplia
y destacada labor en los medios de comunicación, quedando aún pendiente su sueño anhelado, una pensión digna por parte del Estado Dominicano.